Las cobayas son unos animales muy apropiados para los niños por su docilidad y fácil manejo. Hay que acostumbrarlos desde pequeños a la manipulación por parte de todos los miembros de la familia, de manera delicada y paulatina, para conseguir que de adultos sean dóciles y no muerdan. Son muy susceptibles al estrés así que no se les debe coger de forma brusca.
Pertenecen a la familia de los roedores, de manera que todas sus piezas dentales (tanto incisivos como molares y premolares), tienen crecimiento continuado a lo largo de toda su vida. Por este motivo es muy importante que tengan siempre a su disposición abundante heno para roer y de esta manera poder limarse los dientes y evitar futuros problemas orales.
El peso adulto de los cobaya macho esta en torno a los 900-1200 gr. y el de las hembras en torno a los 700-900 gr. La esperanza media de vida es de 5-6 años.
Alojamiento
La jaula de las cobayas debe ser suficientemente grande como para puedan hacer ejercicio y moverse alrededor. Normalmente se considera que como mínimo debe tener unos 20 cm2 por cada cobaya, pero cuanto más espacio tenga, mejor. No es recomendable que la cobaya permanezca todo el tiempo dentro de su jaula, debe salir a pasear al menos una vez al día para hacer ejercicio y así evitar problemas como la obesidad, muy frecuente en estos animales cuando llevan una vida demasiado sedentaria.
El suelo de la jaula puede ser de metal o de plástico, pero nunca de rejilla. En cualquier caso debe ser fácilmente lavable e impermeable. Las paredes deben permitir una buena ventilación de la jaula para evitar intoxicaciones por vapores de urea.
Nunca se debe usar arena de gato o sepiolita como sustrato para el suelo por tres razones:
1.- El polvo que sueltan puede dar lugar a afecciones respiratorias graves porque las cobayas están siempre a ras de suelo.
2.- La dureza y aspereza de estas arenas les produce heridas en las almohadillas muy difíciles de curar.
3.- Las cobayas tienen tendencia a mordisquear todo lo que está a su alcance y las probabilidades de que se traguen granitos de arena son muy altas. Esto daría lugar a una obstrucción intestinal que solo puede solucionarse mediante cirugía.
El sustrato ideal para las cobayas es el conglomerado de maderas o maíz. Son pequeños tronquitos que se hinchan al mojarse con la orina y tienen una capacidad de absorción mucho mayor que la del serrín. La limpieza de la jaula deberá hacerse como mínimo dos veces por semana (dos si se usa conglomerado, tres o cuatro si se usa serrín). Es importante limpiar bien el suelo de la jaula con jabón y aclararla luego con abundante agua para que no haya restos de jabón que pueda ingerir la cobaya.
La jaula debe situarse siempre en un lugar fresco y ventilado, pero sin corrientes (por ejemplo, no debe estar debajo de una ventana abierta). El rango óptimo de temperaturas para las cobayas oscila entre 12-20 ºC. El frío no les viene nada bien, pero toleran peor el calor y nunca deben estar al sol sin vigilancia (son muy susceptibles de sufrir golpes de calor).
Alimentación
En estado libre las cobayas se alimentan principalmente de hierbas y hojas y algún fruto seco. Para evitar problemas digestivos, hay que intentar que nuestra cobaya tenga en cautividad una alimentación lo más parecida posible a la que tendría en libertad. Por este motivo, el alimento base de las cobayas debe ser el heno. Tiene casi todos los nutrientes que necesitan, les ayuda a limarse los dientes y les aporta la fibra necesaria para que tengan un buen tránsito intestinal. La cantidad de heno que pueden comer al día es ilimitada, se les debe dar todo el que quieran, asegurándonos de que siempre está limpio, y cambiándoselo todos los días para que esté fresco. Para complementar la dieta, deberían tomar pienso para conejos (en pellets, no la mezcla de semillas, ya que en la naturaleza no comen semillas y les dificulta la digestión del alimento). La cantidad de pienso que tienen que comer al día es aproximadamente de dos cucharadas soperas rasas para una cobaya adulta. Además hay que tener en cuenta que las cobayas carecen en su organismo del enzima necesario para sintetizar vitamina C, por lo tanto debemos incluírsela en la dieta en forma de vegetales frescos. Son buena fuente de vitamina C los pimientos rojos, los tomates, las espinacas (siempre crudas), los pimientos verdes, las naranjas, kiwis,… La lechuga y las zanahorias deben evitarse o darse solo en pequeñas cantidades como premio, ya que son en su mayor parte agua y solo sirven para saciarles y que no coman otros alimentos que necesitan.
Deben disponer siempre de agua limpia y fresca. Los bebederos tipo biberón son los mas apropiados ya que evitan que las cobayas mojen la jaula pasando por encima.
Las cobayas son animales muy quisquillosos y una vez acostumbrados a una alimentación o un tipo de bebedero es muy difícil cambiarles, llegando incluso a dejar de comer y beber. Los cambios deben hacerse paulatinamente y lo mejor es acostumbrarlos a una buena alimentación desde pequeños, siempre evitando hacer el cambio en las primeras semanas después de traerlos a casa.
Es importante tener en cuenta que una cobaya no debe estar más de un día y medio o dos días sin comer. Si se produce esta situación, hay que llevarlo al veterinario rápidamente. Así mismo, debe tenerse en cuanta que las cobayas son animales coprófagos: producen dos tipos distintos de heces, y necesitan comerse uno de esos tipos. Normalmente lo ingieren directamente del ano, así que no veremos esas heces en la jaula. En ningún caso debemos intentar evitarlo, pues les aporta vitaminas y proteínas que necesitan y no pueden conseguir de otra manera.
Reproducción
Las cobayas hembras alcanzan la madurez sexual a las 6 semanas de edad, pero no es aconsejable cruzarlas antes de que tengan 12 semanas. Así mismo, las hembras jóvenes tienen el canal pélvico flexible, pero con el paso del tiempo se va osificando y estrechando por lo que una hembra de cobaya no debería tener su primer parto después de los 7-8 meses de edad. Si una cobaya se queda preñada por primera vez más tarde de esa edad las crías no podrán nacer por parto natural y habrá que realizar una cesárea.
Los machos alcanzan la madurez un poco más tarde, a las 9-10 semanas.
Las cobayas tienen un ciclo sexual poliéstrico, lo que significa que tienen varios ciclos sexuales a lo largo del año. El estro dura entre 15-17 días (es decir que el celo les viene cada 15-17 días) y el celo suele durar unas 8 horas. Normalmente el comportamiento de la hembra varía durante el celo y puede evidenciarse porque persigue al macho y arquea la espalda si le pasamos la mano de delante hacia atrás. La ovulación es inducida por el coito, por lo tanto, si existe monta, hay casi un 100 % de posibilidades de que la hembra quede preñada. La gestación dura entre 59-72 días (una media de 68) y las crías nacen con pelo y con los ojos abiertos. Desde el primer día son capaces de ingerir alimento sólido pero es recomendable no destetarlos hasta las tres o cuatro semanas de edad. El primer celo fértil de la hembra después del parto ocurre entre 24-48 horas tras el nacimiento de las crías.
El momento del parto suele pasar inadvertido porque las hembras no se preparan ni hacen nido. No obstante, si la hembra deja de comer o beber, o está apática en fechas cercanas al parto, acuda a su veterinario.
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